Un estudio pone de relieve el potencial de este antiherpético para retrasar el inicio del tratamiento antirretroviral en países en desarrollo.
El tratamiento diario con una dosis estándar de aciclovir retrasa la progresión de la infección por VIH y reduce la carga viral en pacientes coinfectados por el virus del herpes simple-2 (VHS-2), según se extrae de los resultados de un estudio presentado en la VI Conferencia Internacional sobre Patogénesis, Tratamiento y Prevención del VIH la Sociedad Internacional del Sida (IAS 2011), celebrada el mes de julio en la ciudad de Roma (Italia).
El ensayo fue realizado en el distrito de Rakai, en Uganda, y contó con pacientes que presentaban un recuento de CD4 entre 300 y 400 células/mm3, por lo que no resultaban elegibles para iniciar la terapia antirretroviral según las directrices de tratamiento locales.
Los pacientes tratados con aciclovir tuvieron una probabilidad un 27% menor de iniciar la terapia antirretroviral que los que estaban en el brazo de placebo. Los beneficios de la terapia con aciclovir fueron especialmente notables en el caso de los pacientes cuya carga viral basal superaba las 50.000 copias/mL.
En la presentación de los datos, el doctor Steven Reynolds afirmó que el estudio pretendía examinar “una nueva estrategia de tratamiento para un fármaco antiguo”.
Entre el 70 y el 90% de los pacientes con VIH-1 en el África Subsahariana están coinfectados por VHS-2 (una de las principales causas de la aparición de úlceras genitales) y diversos estudios han evidenciado que estas personas presentan una carga viral más alta y su infección progresa a una mayor velocidad que las personas que no tienen VHS-2.
Con anterioridad, ya había habido interés en comprobar si el empleo de aciclovir servía para ralentizar la progresión de la infección por VIH en estos pacientes y se sabía que la terapia con este fármaco podía permitir que la carga viral se redujera en aproximadamente 0,5log (véase La Noticia del Día 23/09/08).
Aunque el acceso a la terapia antirretroviral está aumentando en el África subsahariana, la mayor parte de los pacientes aún no la reciben porque no pueden acceder a ella o porque aún no cumplen los criterios de elegibilidad. Por este motivo resulta interesante disponer de unas estrategias baratas que permitan ralentizar la progresión de la infección por VIH.
En consecuencia, el equipo de investigadores diseñó un ensayo de distribución aleatoria con control que contó con la participación de 440 pacientes coinfectados por VIS y VHS-2 que eran inelegibles para la terapia antirretroviral según las directrices locales. En el momento de entrar en el estudio, la mediana del recuento basal de CD4 era de 350 células/mm3 y su carga viral mediana era de 4,44 log copias/mL (unas 27.500 copias/mL).
Los 440 participantes fueron distribuidos de forma aleatoria en dos grupos de 220 personas cada uno. Las personas incluidas en el brazo de tratamiento recibieron una terapia estándar con 400mg de aciclovir dos veces al día, mientras que el brazo de control recibió un placebo. El estudio se prolongó a lo largo de 24 meses y los pacientes fueron sometidos a un seguimiento estrecho cada seis meses.
Se perdió el seguimiento del 3% de los pacientes y otro 3% falleció. Sin embargo, la tasa de permanencia en el estudio fue elevada y se registraron unos niveles excelentes de adhesión al tratamiento. No se observó ningún acontecimiento adverso grave.
Los resultados dejaron patente con claridad que el uso de aciclovir retrasó la progresión de la infección por VIH.
En conjunto, los pacientes tratados con aciclovir fueron un 27% menos propensos que los participantes en el grupo de placebo a experimentar un descenso de su nivel de CD4 por debajo de 200 células/mm3 o de desarrollar una enfermedad definitoria de sida y, por consiguiente, de ser elegibles para iniciar la terapia antirretroviral (cociente de riesgo ajustado [CRA]: 0,73; intervalo de confianza del 95% [IC95%]: 0,56 – 0,97; p= 0,029).
La terapia con aciclovir resultó más beneficiosa para las personas que tenían una carga viral por encima de 50.000 copias/mL, ya que redujo su necesidad de iniciar la terapia antirretroviral en un 38% de los casos, en comparación con el brazo de placebo (CRA: 0,62; IC95%: 0,43 – 0,96; p= 0,03).
Sin embargo, las ventajas del uso de aciclovir para los pacientes con unas cargas virales más bajas no fueron tan evidentes, ya que apenas redujo la necesidad de iniciar la terapia antirretroviral en un 10%, un valor no significativo estadísticamente.
La terapia con aciclovir también tuvo un impacto beneficioso sobre la carga viral del VIH, que descendió en 0,061log en los pacientes que tomaban este fármaco, en comparación con un aumento de 0,402log entre las personas en el brazo de placebo.
“El uso de 400mg de aciclovir dos veces al día retrasó la progresión de la infección por VIH en las personas coinfectadas por VHS-2”, concluyó el doctor Reynolds, que sugirió que en el caso de los pacientes con VIH, podría estar justificado el tratamiento de la infección crónica por VHS-2 con aciclovir.
También hizo un llamamiento para realizar más estudios sobre la eficacia del fármaco, aunque sugirió que era posible que valaciclovir tuviera un impacto incluso mayor sobre la progresión de la infección.
*Fuente: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH http://gtt-vih.org/actualizate/la_noticia_del_dia/29-08-11
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